CONCLUSIONES EJE 6: EDUCOMUNICACIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD: Cultura de activos para la salud desde las TRIC #Edumed17

III Congreso Internacional de Educación Mediática y Competencia Digital de Segovia


En el Eje 6: EDUCOMUNICACIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD: Cultura de activos para la salud desde las TRIC, tras mucho diálogo hemos llegado a las siguientes conclusiones:

1. La educomunicación para la salud no debe ser entendida solo como un contexto o entorno de ausencia de enfermedad, sino que es una toma de decisiones para la vida, una educación en valores que apuesta por la resolución de conflictos, a favor de la convivencia y la inclusión, acompañando los diferentes procesos de vulnerabilidad de personas y comunidades.
En la sociedad actual todas las iniciativas de educación para la salud, de cualquier ámbito, desde la educación afectivo-sexual, la prevención de adicciones, la alimentación y actividad física, la crianza saludable, la ayuda mutua, los autocuidados de las personas con enfermedad crónica, etc. tienen que incorporar un componente ligado a la lectura crítica de la nueva realidad digital.

2. El desarrollo de la competencia digital es una de las ocho competencias básicas definidas por nuestro sistema educativo, que mejora también en cuanto aumenta nuestra capacidad de analizar y comprender nuestro entorno, y la capacidad de gestionar la salud.
Es urgente promover un espacio positivo, especialmente desde la infancia y adolescencia. Internet no es solo un lugar para el acceso a la información, también es un lugar de socialización, donde se producen experiencias personales y sociales, y por tanto es un escenario de promoción de la salud donde desarrollar actitudes coherentes.

3. Con sus ventajas y sus riesgos, la Red es un agente de socialización, así como un nuevo escenario educativo y de valores. Cada usuario debe navegar con un código de conducta donde las buenas maneras, la educación, los protocolos y el sentido común imperen. El respeto a uno mismo y al resto de la comunidad on-line es la máxima para convivir en la Web Social.
Esta actitud lleva al diálogo y a la cultura de la conversación, uno de los pilares de la 2.0. Como referencias recientes ha aparecido el 'Manifiesto de la comunicación no hostil', iniciativa surgida en Simposio Parole O_Stili celebrado en Triestre (Italia) en febrero de 2017, y el último ensayo de la investigadora del MIT, Sherry Turkle 'En defensa de la conversación', todo un aviso ante la soledad y crisis de la empatía.

4. Diferentes proyectos presentados en el Eje 6 nos demuestra que la integración de la competencia digital en las iniciativas de educación para la salud en el ámbito educativo conducen a una potenciación mutua. La educación para la salud desarrolla los valores, las actitudes y una mentalidad crítica frente a los posibles riesgos, miedos y ruidos.
La alfabetización digital permite analizar los mensajes, los canales de información y la intencionalidad de las fuentes, que es fundamental para interpretar las percepciones y modelos culturales que influyen en la salud.
La competencia digital no solo se centra en los aspectos tecnológicos, sino que debe analizar críticamente las fuentes de información y los contextos de uso, mejorar la comunicación y el trabajo colaborativo, y también potenciar la creatividad.

5. La finalidad es educar la mirada de los jóvenes frente al consumo masivo de imágenes en las diferentes pantallas —smartphones, tablets, ordenadores, etc.— y desarrollar un comportamiento proactivo hacia los aspectos que promueven el bienestar y la salud personal y colectiva, todo ello englobado en el concepto de ciudadanía digital.
El entorno digital no es solo un espacio de riesgos y problemas, sino que se puede convertir en un activo para la salud, desarrollando habilidades personales y comunitarias, facilitando la interacción y las relaciones y promoviendo la participación social.
La brecha etaria no es un factor determinante en la denominada brecha digital. La edad no influye en las competencias digitales. Cuanto mayor conocimiento de competencias matemáticas y lingüísticas, los mayores tienen más predisposición a adaptarse a las nuevas tecnologías. Es importante aprovechar el potencial de los mayores, en vez de prejuzgar su ‘inmigración digital’, potenciando una cultura de la capacidad.
La tecnología y su empoderamiento puede cubrir determinadas carencias que provoca la soledad, la conexión con otros facilita su convivencia social, y el bienestar que procura sentirse acompañados.
Se constata la necesidad de generar espacios de interacción intergeneracional, donde las emociones vinculen diferentes edades. La motivación que ofrece en los mayores que entran en los cursos de aprendizaje digital y lo aplican en la comunicación y la relación con sus nietos, potencia su autoestima.

6. Lo que hemos denominado Factor R-elacional agrupa y contiene muchos aspectos de las habilidades sociales que permiten al individuo un estado de bienestar en y con los demás. Si las habilidades sociales proceden del ámbito de la psicopedagogía, las habilidades para la vida, surgen del ámbito de la salud. Observaremos como unas y otras convergen en el desarrollo de las competencias digitales y, por ende, educomunicativas.
Este Factor R-elacional despliega una doble dimensión: la relacional, que contiene el potencial de las habilidades psicosociales, y la dimensión sináptica, que recoge el modelo cerebral como modus operandi de los procesos de aprendizaje.

7. También nos planteamos: ¿Cómo es el proceso de transferencia científica en los hospitales? Y llegamos a concluir que sería interesante proponer un sello de acreditación de calidad sobre eficiencia de los hospitales por parte de las instituciones públicas.
También recogimos una experiencia sobre la preparación de los tecnólogos médicos en Chile. Los alumnos manifestaban que sentían inseguridad a la hora de manejar los programas informáticos relacionados con el genoma humano. Atendiendo a sus demandas, se les preparó para saberlos manejar. Como conclusión, observamos que la mediación discente es una dinamo para darnos cuenta de las necesidades que son reveladoras. Desde un planteamiento inclusivo, facilitando el acceso a la formación de personas que habían sido rechazadas en un proceso previo de selección.
A través de las Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación (TRIC) se puede adquirir una visión más amplia de la cultura y despertar la curiosidad e interés por el entendimiento ciudadano, mediante un proceso de inmersión digital.

8. Las radios universitarias son un importante semillero de comunicación y de ciudadanía. El bienestar emocional, factor presente en la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS, se desarrolla en esta comunidad potenciando la creatividad y el pensamiento crítico, tanto de quienes hacen radio como de sus oyentes, con el objeto también de ganar salud.
La radio ayuda a informar, crear sentido de pertenencia, y desarrolla el empoderamiento de los diferentes miembros de la Universidad. El acompañamiento en los procesos de aprendizaje es el resultado de la motivación, la confianza y el autoconocimiento y la corresponsabilidad.
La radio universitaria es necesaria por su aporte alternativo al panorama radiodifusor. Y precisa, con urgencia, del apoyo, no sólo del gobierno universitario, sino también de los ministerios competentes.

9. La existencia de personas con capacidades diferentes ofrece la oportunidad de comprender un mundo diverso con inteligencias múltiples. Hay que saber atender, oír y escuchar a personas con miradas diferentes y voces múltiples. Esto supone un enriquecimiento compartido, debemos impulsar la empatía, la sensibilidad, penetrar en la diferencia. Hemos recogido diferentes circunstancias excepcionales, el acompañamiento de la enfermedad a personas con enfermedades terminales, la búsqueda de recuerdos para enfermos de Alzheimer, el respeto de los espacios hacia aquellos que tienen autismo o síndrome de Asperger. En definitiva, nos tenemos que poner en el lugar del otro. No somos el centro, ni seres aislados, debemos actuar como nodos que generamos relaciones positivas.

EN ESENCIA
10. Hemos llegado al concepto integral de la salud. El ser humano es entendido como ser biológico, psicológico y social.
Como propuesta, hemos pensado integrar en la próxima edición del Congreso ejercicios que favorezcan el bienestar personal y social, a través de prácticas de relajación, de meditación, de pensamiento positivo como el yoga, que ayuden a manifestar energía positiva y a proyectarlas entre todos. Es una conexión con uno mismo y con los demás: las redes neuronales se despliegan, y ayudan a escucharnos a nosotros, para estar en conexión con el mundo. En nuestro caso, con el compromiso de trabajo de la relación en red para la educomunicación, es decir, Factor R-elacional en sentido holístico.

A modo de epílogo
Si el diferente campo semántico de la educomunicación en sus variadas versiones —competencias digitales, competencias mediáticas, multialfabetización, alfabetizaciones múltiples, transalfabetización—, desprenden un cierto agotamiento, entendemos que se precisa un discurso que revise el modelo y las buenas prácticas de la educomunicación a favor de la creación de capacidad desde una cultura de activos para la salud.
 Entendemos que esta revisión es posible desde una transdisciplinariedad, en la que tres áreas tradicionalmente separadas en España, como son la educación, la comunicación y la salud, reclaman una intersectorialidad que en su convergencia ofrezca una visión holística, necesaria para renovar el horizonte educomunicativo, potenciando una visión integral que fomente la salud física, mental, social y espiritual.

Carmen Marta-Lazo, José Antonio Gabelas Barroso y Carlos Gurpegui Vidal